Se trata de una pequeña playa de aguas muy tranquilas y arena negra volcánica. En ella no suele haber mucha aglomeración de gente.
Es fácil ver pescadores locales en la Playa de Tufia. La playa se encuentra en un resguardo natural, que la pone a salvo de corrientes y oleajes fuertes, lo que la hace una buena playa para la práctica de submarinismo.
Tufia, incluso en su toponimia, rezuma las esencias de lo antiguo. El poblado del guaire aborigen Taufia permanece enhiesto aún, piedra sobre piedra, sin argamasa, coronando una pequeña península acantilada de la que también cuelgan oquedades todavía utilizadas como viviendas.
Quizá uno de los yacimientos arqueológico más conocido y visitado de la isla sea el emplazamiento que se encuentra en este lugar, en el morro que se adentra en el mar.